Ayer me manifesté
Eramos tres, pero fuentes no oficiales señalan que podríamos ser trescientos mil. Nos manifestamos por las calles de mi barrio, los motivos de la convocatoria fueron el día soleado y las ganas de charlar.
Tras discrepancias por el recorrido emprendimos la marcha reivindicando mas vacaciones y una bajada de las hipotecas. Diversas manifestaciones paralelas habían ocupado las mesas del bar de tapas donde pretendíamos hacer una sentada. Acabamos leyendo el manifiesto en un local iraquí tomando guacamole, cosas de la globalización. Gritamos consignas contra el maltrato animal y a favor del maltrato político, exigimos mas cervezas, lamentamos la mala situación de la Tv y guardamos un minuto de silencio por las victimas del calentamiento global, representadas por el abeto de uno de los manifestantes.
A las cinco de la tarde nos disolvimos pacíficamente. No salimos en los medios de comunicación, pero en esas horas arreglamos el mundo.
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